Glosario

Pruebas A/B


El marketing por correo electrónico es una de las formas más habituales que tienen los profesionales del marketing de comunicarse con sus clientes. Desde pequeñas empresas locales a grandes corporaciones internacionales, instituciones gubernamentales e incluso campañas políticas, todo el mundo lo utiliza.
Una de las razones del éxito del marketing por correo electrónico es la posibilidad de controlar su eficacia mediante informes y herramientas en tiempo real, como las pruebas ab. Esto permite saber qué líneas de asunto funcionan mejor, qué tipo de contenido fomenta la participación o qué día de la semana genera más suscripciones.

¿Qué es el A/B testing?

En resumen: un método para comparar dos versiones de una campaña y determinar cuál funciona mejor.
Explicación detallada: A menudo utilizado en combinación con herramientas como Google Analytics, el ab testing permite a los profesionales del marketing probar variables para determinar qué versión de su correo electrónico (por ejemplo, la línea de asunto o el diseño) genera más conversiones e impulsa más suscripciones y compras que la otra.

Un ejemplo sencillo: Si tu página web original tiene un botón “Comprar ahora”, puedes hacer una prueba dividida sustituyendo ese botón por “Prepedido” y ver cuál de los dos obtiene más clics. Puedes realizar más cambios de este tipo hasta que encuentres el que mejor funciona (mayor porcentaje de clics).
Una vez que encuentres un concepto convincente, puedes utilizarlo para toda tu campaña de marketing, desde correos electrónicos hasta publicaciones en redes sociales y todo lo demás.

¿Cómo hacer pruebas A/B?

Para realizar una prueba A/B de una newsletter, todo lo que tienes que hacer es crear dos (o más) versiones del mismo correo electrónico o página web. La versión “A” se considera tu control y debe ser lo más parecida posible al lanzamiento. Este es su diseño original, el que ya ha demostrado su eficacia en campañas anteriores o el que crees que funcionará mejor para esta campaña en particular.
La versión “B” debe crearse entonces realizando una única modificación en la primera versión; puede ser cambiar el color de un botón, añadir texto al texto, cambiar una imagen, etc. Cada “versión” debe estar suficientemente diferenciada para que se pueda saber cuál funciona mejor que la otra, pero con un máximo de dos parámetros fácilmente distinguibles.
Para ayudarte, equípate con herramientas para realizar pruebas A/B, como la ayuda de antiguos suscriptores, que es una forma estupenda de obtener rápidamente resultados estadísticamente significativos. Si vas a crear nuevas versiones de tu correo electrónico, el seguimiento de los resultados anteriores puede darte una idea del tamaño de tu muestra para que tus pruebas A/B sean precisas.
Por ejemplo, si una versión tiene la costumbre de obtener un 10% más de clics que la otra, necesitarías al menos 80 respuestas por variación para concluir que no hay diferencia entre ellas.